sábado, 21 de octubre de 2017

El muro / La infancia de un jefe (Análisis).




Título: El muro.
Título original: Le Mur
Autor: Jean Paul Sartre



Admirado como el gran filósofo existencialista de la segunda mitad del siglo XX y también por sus obras literarias, en especial por su teatro, Jena Paul Sartre fue ante todo un hombre público, se comprometió intelectualmente con el mundo que lo rodeaba y la realidad. En muchas de sus obras se puede apreciar la crudeza de su expresión y la práctica de un naturalismo desbordado. Publicado por primera vez en 1939, EL MURO está conformado por cinco cuentos magistrales; todos ellos tienen la virtud de haber sido los que dieron a conocer a su autor mundialmente.




El muro es una recopilación de historias y narrativas del autor francés Jean Paul Sartre. En ella se pueden encontrar las obras el muro, la cámara, Eróstrato, intimidad y la infancia de un jefe. Es precisamente de este último del que les quiero hablar a detalle.

La infancia de un jefe es una novela corta, narrada en tercera persona, que nos muestra la vida, desde su temprana infancia hasta la adultez, de Lucien, un joven burgués, heredero de la empresa familiar y existencialista por excelencia.

La vida de Lucien se ve influenciada en todo momento por los comentarios y acciones de las personas que lo rodean y esto funciona perfectamente como un reflejo de lo que somos como sociedad. Por ejemplo, cuando era pequeño Lucien comúnmente era confundido con una niña por sus facciones y movimientos, esto comienza a generar en él dudas sobre su género. Lucien no sabe si en algún momento dejará de ser varón para convertirse en mujer, tampoco sabe si su madre fue varón hasta que la sociedad comenzó a decirle que parecía mujer. En fin, Lucien no entiende en lo absoluto cómo funciona el género, lo que si entiende es que la presión social influye en la manera en la que se percibirse a si mismo y por lo tanto en la manera en la que se relaciona con los demás.

Aquí tendríamos que hacer el primer alto en la historia para reflexionar lo importante y sobresaliente que es este mensaje en la narrativa. No solo porque nos muestra lo inestable que puede llegar a ser nuestro protagonista, sino porque hace alusión a un tema que, aún en esta época, cuesta trabajo entender: el género. Sartre maneja con cuidado y con neutralidad el asunto, no hace conclusiones ni argumentos definitivos, permite que sea el personaje quien se resuelva a si mismo estas dudas y a su vez permite que el lector forme sus propias conclusiones.

Volviendo a la historia podemos ver que conforme va creciendo, Lucien va mostrando interés en otros temas un poco más complejos, comienza su despertar sexual y empieza a mostrar una personalidad más definida. En este punto Lucien nos hace saber que carece de empatía, nos dice textualmente que no siente nada por su padres, amigos y familiares, y que lo único que desea es tener satisfacción personal a través de éxitos y reconocimiento social. Lucien sobresale como estudiante y como hijo, sin embargo, sigue cuestionando su lugar como futuro jefe de la empresa, duda de sus capacidades y se castiga a si mismo por su debilidades.

En este punto de la historia, comenzamos a ver temas más profundos que sin duda invitan a la reflexión. Comenzamos a caer en una fase existencialista en la cual el protagonista constantemente se pregunta ¿Quién soy? ¿Cuál es mi objetivo? ¿Cuál es mi lugar en el mundo? Y con ello vienen reflexiones y cuestionamientos sobre el funcionamiento de la sociedad. Considero que esta etapa de su vida es una de las que más influyen en la formación de su personalidad, las respuestas que puede llegar a obtener en ella definen el rumbo de sus futuras decisiones y con ello traza el camino que ha de seguir.

Para la tercera parte de la historia tenemos ya a un Lucien mayor, se dedica a sus estudios y tiene un poco más de interacción social. Ha aprendido a lidiar con su apatía por lo cual ha conseguido hacer un par de amigos que tienen las mismas dudas y aficiones. En esta etapa comienza también a enfrentar cuestionamientos sobre su orientación sexual y salen a relucir nuevamente los complejos de su infancia, comienza a recordar aquellas veces en las que era confundido con una niña por lo cual una vez más se encuentra perdido. Así mismo, el autor comienza a introducir temas novedosos para su época como el psicoanálisis, complejo de Edipo, drogas y la diversidad sexual y poco a poco los va desarrollando, nuevamente desde un punto neutro, cuidando siempre que la perspectiva que se muestra en estas líneas sea la de sus personajes y no la suya.

Esta una de las etapas más oscuras y problemáticas para nuestro protagonista, en ella comienza a explorar y a experimentar cosas totalmente nuevas para él. Se introduce, además, en un mundo intelectual al cual no pertenece por lo tanto sus inseguridades están más presentes que nunca. Esta es también mi parte favorita del libro, en ella nuestro personaje es llevado a los límites de su racionalidad y es obligado a tomar caminos que desconoce, tiene la opción de regresar a lo seguro, claro, pero eso significaría una derrota y, desde su perspectiva, esto se traduce a ser un mal jefe que es, hasta ese momento, su única meta.

Sin embargo, es también en esta etapa en la que el protagonista muestra un crecimiento mucho más notable. Sus acciones comienzan a ser un poco más sensatas, tiende a reflexionar mucho más sobre las consecuencias de sus actos y sus introspecciones tienen un poco más de objetividad. Además se tiene la influencia directa de personajes como Freud o Rimbaud que se han aplicado bastante bien en la historia.

Como habrán notado, hasta este punto de la historia se han abarcado los siguientes temas: identidad de género, despertar sexual en la adolescencia, existencialismo, humanismo, orientación sexual, complejo de Edipo, aceptación de uno mismo, psicoanálisis e introspección y desempeño social. Lo que más me ha gustado es que, a pesar de que la novela está escrita en tercera persona, se puede sentir tan personal cada uno de estos cuestionamientos, es decir, podemos sentir realmente que es nuestro personaje quien está pasando por esto y no que es solo una suerte de adoctrinamiento que el autor quiso incluir en su obra. Que probablemente lo sea pero no se siente así y es lo importante porque la literatura, desde mi perspectiva, debe ser abierta como he dicho antes y permitir que sea el lector quien decida qué lecciones aprender y bajo qué condiciones.

Con esto llegamos a la última etapa dentro de la narrativa, en ella podemos ver a un Lucien mucho más maduro y centrado. Aquí ya se encuentra mucho más cerca del objetivo de ser un buen jefe. Sin embargo, no podríamos terminar la historia sin un poco de confusión. En esta etapa vemos nacer una nueva característica en nuestro protagonista: el antisemitismo. También podemos ver un interés social en el ambiente político y las convicciones que su partido representa. Se conduce con mucha más seguridad, incluso con soberbia y utiliza sus conocimientos para moldear a su gusto a las personas que lo rodean. Conoce sus habilidades y las usa para crear el ambiente ideal en el cual pueda desempeñarse y sobresalir.

Esta última parte de la historia me causó bastante conflicto ya que empezaba a tener una conexión real con Lucien como personaje. Comenzaba a entender y hasta cierto punto comulgar con algunas de sus ideas, sin embargo, lo que nos muestra en esta fase es totalmente opuesto a lo que admiro en una persona. Lucien se vuelve frío, calculador, manipulador, egoísta, soberbio, clasista y anti semitista. ¡Vaya buen partido! Y a pesar de todo esto me gusta y eso es lo que me hace entrar en conflicto conmigo mismo. Es decir, me gusta que la historia nos haya llevado hasta este punto, era lo más obvio al ver su crecimiento y desarrollo y eso es bueno porque el autor defiende a su personaje de inicio a fin aún y cuando este no sea el mejor ejemplo a seguir, aún y cuando puede llegar a generarse polémica por sus inclinaciones y convicciones sociales, políticas y personales. El autor nos cuenta una historia de vida y nos hace comprometernos tanto con ella que al final nos ayuda a entender algo muy básico y muy esencial: cada persona es diferente. 

El muro fue para mi toda una experiencia, fue uno de esos libros que más allá de entregarme una historia emocionante me llevó a cuestionarme a mi mismo sobre actitudes y posturas que creía tener ya resueltas. La infancia de un jefe ha sido, como pueden ver, una de las obras que más me ha cautivado, sin embargo, recomiendo ampliamente la lectura del libro completo ya que en conjunto forman un concepto que nos permite acercarnos y entender un poco más las intenciones del autor y su obra.



Esto es todo lo que tengo que decir por ahora de esta lectura, si has leído este libro no olvides compartirme tus opiniones a través de un comentario, o bien, de mis redes sociales. Este libro ha sido uno de mis favoritos en lo que va del año así que me encantaría poder debatirlo con otros lectores.


¡Los leo pronto!



4 comentarios:

  1. Me ha llamado muchísimo la atención tu reseña por los temas que trata en la novela corta de la que has hablado y por como los trata y me ha entrado mucha curiosidad de conocer yo misma a Lucien, besos

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  2. ¡Hola Roli! Amo a Sartre, llevo mucho tiempo sin leer un libro de su autoría y este libro tengo que leerlo YA. Me encanta como maneja y desarrolla el tema y tu reseña es excelente.

    Besos.

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  3. Buen análisis. Se me había escapado la importancia de su apatía emocional hacia los demás durante su niñez.

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